Además, se realizan cursos en unidades del subsistema abierto y postpenitenciario.
El mes de febrero marca el inicio de una serie de iniciativas que tiene por objetivo enseñar oficios a las personas privadas de libertad de la región de Valparaíso y, de esta amanera, lograr su reinserción laboral. Es así como en diversas unidades penales de la zona se llevan adelante cursos que se extenderán durante gran parte del presente semestre.
Si durante los meses de diciembre y enero se efectuaron certificaciones de los cursos desarrollados durante el año 2022, el presente mes ha dado paso a las primeras clases teóricas y prácticas de: cocina internacional, soldadura, panadería, peluquería y manicure, obras sanitarias y de grifería, etc.
Estos cursos corresponden, en su gran mayoría, a iniciativas Sence que forman parte del programa de Transferencia al Sector Público (TSP) y serán impartidos en las unidades de Quillota, Valparaíso, San Antonio, Los Andes, etc.
Uno de los talleres que se lleva adelante es el de cocina nacional. Las clases se realizan en el Centro de Detención Preventiva de Quillota y a ellas asisten internas e internos del pabellón de diversidad sexual.
El jefe técnico de la unidad penal quillotana, Héctor Rivera, afirmó que el objetivo es “entregar herramientas socio-ocupacionales a la población de diversidades sexuales privadas de libertad, (esto) como insumo a sus procesos de reinserción social. Es una experiencia que visibiliza las necesidades de reinserción de la población LGTBIQ+ en el marco de derechos humanos”.
Este curso es desarrollado por la OTEC Inforem, cuya directora, Carolina Calvo, detalló el trabajo a implementar en estos meses.
“Comenzamos la ejecución de los cursos correspondientes al programa TSP 2022. Son doce cursos de oficios: de soldadura, del área de la gastronomía, del área de la mueblería; donde participan usuarios del sistema abierto y del sistema cerrado”.
+REINSERCIÓN
A los cursos de TSP se suman los correspondientes al programa +R. En la actualidad se ejecuta uno en el Complejo Penitenciario de Valparaíso. Allí son 15 los internos que asisten a las clases de instalaciones eléctricas domiciliarias, impartidas por la OTEC Incasoe. La iniciativa se divide en dos etapas: la primera donde se aprende el oficio y una segunda de colocación laboral, donde la OTEC Sence, Gendarmería y la seremía de Justicia y DD.HH. trabajan en conjunto para intermediar laboralmente para que los estudiantes puedan ser contratados por empresas de la zona.
A este curso se suma el de cocina nacional, a desarrollarse prontamente en la unidad penal de San Antonio.
La coordinadora regional de Gendarmería del Programa +R, Elizabeth Beiza, destacó que para este año se realizarán modificaciones en pos de una mayor reinserción laboral de los usuarios del subsistema abierto.
“Para el año 2023 tenemos una nueva modalidad de ejecución, que corresponde a cursos con salida independiente. Consiste en que se capacitan en un curso para emprendedores, donde su idea de negocio es trabajada en este curso, en este plan formativo, y se les entrega un subsidio de herramientas de $350.000 y se hace un seguimiento de tres meses para que ellos puedan, en el sistema abierto o postpenitenciario, realizar un trabajo independiente”.
CIERRE
Durante la pasada semana se efectuaron las ceremonias de cierre de tres talleres. Las iniciativas se realizaron en los establecimientos penitenciarios de Casablanca, Los Andes y Valparaíso.