Se trata de una nueva modalidad de trabajo, que ya se encuentra operando en otros lugares del país y que apunta a establecer comunicaciones más rápidas entre detectives y fiscales para asegurar un contacto más óptimo con las víctimas, mediante la agrupación de las causas.
La denominada “interoperatividad”, en términos simples, representa una forma de trabajo consensuada con los fiscales, en la que se van identificando aquellas causas que poseen antecedentes suficientes para ser investigadas con éxito. Se contacta a las víctimas en menor tiempo, una vez recibida la orden de investigar de parte del Ministerio Público, se solicitan mayores antecedentes y los analistas cruzan información con los datos contenidos en el caso, para otorgar mayor sustento investigativo y, por ende, mayor probabilidad de éxito. Si la orden de investigar, realizadas las diligencias policiales para recabar antecedentes, no arroja suficientes indicios para proseguir con la causa, esta se archiva provisionalmente.
Sin embargo, a diferencia del sistema tradicional, estas causas no se pierden, no quedan sin respuesta, pues la Oficina de Análisis Criminal mantiene la información y cuando detecta patrones comunes con otras causas archivadas, las reactiva, agrupándolas e investigándolas, esta vez con mayores antecedentes y mayores posibilidades de éxito.
Para el jefe de la Región Policial de Valparaíso, prefecto inspector, Sergio Muñoz Yáñez, “este protocolo busca mejorar la atención al público y en específico a las víctimas, ya que la aplicación de esta metodología contribuirá a obtener resultados policiales exitosos y otorgar evidencias que permitan a los fiscales llevar a los imputados a los tribunales, beneficiando así la seguridad de las personas y el país.”