Con la presencia de docentes, directores y equipo multidisciplinario contó la primera sesión del curso “Convivencia Escolar: Estrategias y herramientas de análisis”, instancia de aprendizaje llevada a cabo en la sala del Centro Escolar de Desarrollo Comunitario (CEDCO) del Liceo América de Los Andes.
Unidades educativas equipadas con personal dedicado a la buena convivencia, manuales de procedimiento orientados en torno a dicho tópico, planes de gestión derivados de los proyectos educativos, entre otros, son algunos de los logros que en los últimos años ha conseguido la red de establecimientos municipales de Los Andes, proceso de mejoramiento que también contempla clases y talleres para profesores y asistentes de la educación.
“La actividad consta de un curso de perfeccionamiento para equipos del área de convivencia escolar, en donde los profesionales, principalmente del área psicosocial y pedagógica van a capacitarse para poder elaborar diagnósticos de clima escolar”, comenta Carlos Meneses, encargado de convivencia escolar de la Dirección de Administración de Educación Municipal (DAEM) de Los Andes.
El ciclo de clases presenciales que inició el pasado lunes 27 de agosto y se extenderá hasta el mes de septiembre consta de distintas actividades tanto individuales como grupales, en las cuales los equipos de convivencia escolar tendrán que reconocer situaciones extraordinarias en sus establecimientos, analizarlas y poder encontrar solución a dichas instancias, esto mediante la metodología de SQA , cuyas iniciales hacen referencia a las siguientes preguntas: “¿Qué Sé”, “¿Qué quiero aprender?” y finalmente “¿Qué aprendí?
Objetivos y oportunidades
Con el fin de entregar educación de calidad a sus estudiantes, evitar la deserción escolar y conseguir mejores resultados en las mediciones, las sesiones de perfeccionamiento entregan distintas herramientas que complementan el conjunto de saberes de los docentes y asistentes de diferentes áreas.
“Con esta instancia, los equipos van a ir sumando herramientas que les van a permitir tener instrumentos de mejor calidad institucional, donde no sólo van a estar bien argumentados, sino que en la intervención misma de los profesionales, se debería visibilizar un impacto en el quehacer y eso va a repercutir obviamente en los resultados del SIMCE y en otros factores de desempeño”, afirma Carlos Meneses.