El lunes de la pasada semana comenzaron las clases en el Colegio CEIA “Doctor Osvaldo Rojas”, establecimiento que funciona al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Los Andes. En total son 112 los reclusos que están nivelando sus estudios pese a estar privados de libertad.
Mientras en la educación básica son 40 los alumnos, nueve de ellos mujeres, en la enseñanza media son 56 los hombres y 16 las féminas. Las clases se realizan de lunes a viernes y de 09:00 a 16:30 horas.
El jefe del CCP andino, comandante Danilo Millón, sostuvo que “nos tiene bastante contento la cantidad de 112 internos matriculados en este periodo. Para nosotros es bastante motivador por cuanto esto nos indica que los resultados que hemos tenido con el colegio han sido los óptimos. La escuela entrega herramientas de todo tipo, no solo académicas, sino también valóricas”.
Por su parte el seremi de Justicia y Derechos Humanos, José Tomás Bartolucci, indicó que “sin dudas, para todas las personas privadas de libertad, terminar su educación básica o media es una gran meta que pueden cumplir mientras están privados de libertad. Nos alegramos de que decenas de personas que hoy se encuentran bajo la custodia de Gendarmería en algún centro a lo largo de la región de Valparaíso, puedan también acceder a poder terminar su educación y, de esta manera, el día de mañana, cuando cumpla con sus penas, reinsertarse socialmente y, también, desarrollar la fuerza de voluntad, disciplina y la capacidad de atención consiente para finalizar con éxito este proceso tan importante”.
Luis Felipe Herrera, coordinador del CEIA, destacó que “hay muchos alumnos que dejaron de ir al colegio, por ejemplo en tercero básico, y les cuesta un poco retomar, pero acá los profesores contamos con harta experiencia para apoyarlos. El comportamiento siempre es excelente, no hay grandes problemas; son bastante respetuosos con nosotros los profesores y entre ellos mismos”.
Este largo periodo sin estudiar es el que vivió Luis Díaz, quien decidió volver a las aulas y en este momento se encuentra cursando tercer y cuarto nivel. El interno destacó que “afuera no pude estudiar mucho. Dejé el colegio cuando iba en octavo año y ahí ya no estudié más. Como persona (me siento) bien porque me estoy ayudando a reinsertarme en la sociedad, porque el estudio es lo más básico que uno tiene que tener, lo más importante. Los profesores son excelentes aquí, son mejores que cuando tuve mi enseñanza en el medio libre”.
Cristian Osorio también busca una nueva oportunidad. A sus 38 años está en cuarto medio con la intención de “ser otra persona en la calle y poder ayudar a nuestros hijos y nietos con sus tareas”.
El proceso de matrícula se mantendrá abierto, por lo que se podrán sumar más privados de libertad que quieran terminar la enseñanza básica y/o media.
A las clases en el colegio se suman las impartidas por la Universidad de Playa Ancha al interior del establecimiento penitenciario. Este será el segundo año que la casa de estudios superiores dicta la carrera de técnico en administración en logística. El 90 por ciento de los alumnos que el año pasado comenzaron a estudiar la carrera lograron aprobar sus ramos y ya se encuentran matriculados para continuar con la carrera.