Estas primeras acciones abren alternativas a la comunidad para apelar a resoluciones de proyectos mineros perjudiciales para el medioambiente de Putaendo.
Las autoridades comunales y organizaciones sociales de Putaendo han ratificado en varias instancias su rechazo a proyectos de Gran Minería en el territorio comunal. Por consiguiente, la defensa del patrimonio medioambiental y los ecosistemas cordilleranos se debe dar en todos los ámbitos, siendo el administrativo y judicial, uno de ellos.
Hace algunos meses, el Honorable Concejo Municipal, aprobó la contratación de una “asesoría técnica y jurídica medioambiental en defensa de la comunidad”, compuesta por profesionales expertos en estas materias.
Una de las primeras acciones realizadas por este equipo asesor fue acompañar al Comité de Agua Potable Rural de Guzmanes para interponer un recurso de invalidación a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto “Sondajes Mineros de prefactibilidad Las Tejas” de la Compañía Minera Vizcachitas Holding, recurso recientemente acogido por el SEA de la región de Valparaíso.
“Esto significa que el Servicio de Evaluación Ambiental revisará todo el proceso, atendiendo a los argumentos presentados por el Comité de Agua Potable Rural de Guzmanes y también los presentados por otras organizaciones de Putaendo que también pusieron recursos de invalidación”, explicó Salvador Donghi, biólogo de la consultora SIMBIOSIS contratada por el municipio.
Al respecto el Alcalde de Putaendo Sergio Zamora, junto con manifestar su satisfacción por lo acontecido, indicó que “como municipalidad, a través del Concejo Municipal, hemos dicho en reiteradas oportunidades que rechazamos la instalación de la gran minería en nuestro Putaendo. Eso lo reafirmamos y esta acción nos pone muy contentos, es una buena noticia, porque quiere decir que estamos en sintonía con lo que dice la comunidad organizada de nuestra comuna”.
Para las autoridades comunales, las acciones llevadas a cabo por el APR de Guzmanes en conjunto con profesionales expertos, constituyen un aliciente en el largo y complejo camino de defensa del agua, la naturaleza y el patrimonio ambiental y cultural que la gran mayoría de los putaendinos y putaendinas han iniciado hace varios años.