En el año 2019 la casa de estudios comenzó a impartir clases a la población penal de la unidad del Aconcagua.
Pese a las dificultades producto por la pandemia, un grupo de ocho personas privadas de libertad lograron titularse como técnicos en administración logística de la Universidad de Playa Ancha (UPLA). De esta manera, se convirtieron en los primeros reclusos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes que culminan una carrera impartida en la misma unidad penal.
La ceremonia de titulación se realizó este viernes en el patio interior del establecimiento penitenciario. La actividad contó con la presencia de la seremi del Trabajo y Previsión Social, Susana Calderón, el director regional de Gendarmería, coronel José Luis Meza y el rector de la Universidad, Patricio Sanhueza, entre otras.
Las clases comenzaron en marzo del 2019 y el primer curso estuvo conformado por 15 internos, tanto hombres como mujeres. Finalmente, fueron ocho los alumnos que terminaron exitosamente el proceso formativo que contemplaba clases durante cinco semestres y que, debido a la pandemia, debió ser adaptado
El coronel Meza destacó que los privados de libertad lograron salir adelante en un contexto de encierro.
“Las personas privadas de libertad tienen los mismos derechos de las personas que están afuera. Ya estudiar una carrera universitaria en el medio libre tiene sus complejidades, ellos han podido pasar esas vallas y lo que le da un contexto especial es estar en un recinto penitenciario, en donde han tenido que estudiar con pandemia inclusive, así que felicitar a cada uno de los alumnos que hoy dia se han graduado de esta carrera”.
Uno de los alumnos que logró superar esos obstáculos mencionados por el coronel Meza fue Aldo Calizari. El hombre de 36 años agradeció la oportunidad de estudiar en la educación superior y destacó la importancia que esto tiene para su vida
“Para mí es un logro muy importante, porque pensé que era una oportunidad que nunca se me iba a dar. Fueron dos años y medio difíciles, de estudio, formas nuevas de aprendizaje. El apoyo fue fundamental, porque hubo personas que fueron clave, como el área técnica del CCP que siempre nos brindó su apoyo y las herramientas necesarias”.
Consultado sobre las expectativas que tiene para su futuro, Aldo afirmó que: “Quiero ver la posibilidad de terminar la carrera de administración, porque creo que puedo seguir con la gratuidad de la carrera, para complementarla. Me siento bien, por primera vez puedo decir que me siento una buena persona”.
REINSERCIÓN
Esta ceremonia de titulación es el inicio de una posible nueva etapa de los privados de libertad, quienes desean acceder al mundo laboral una vez que recobren su libertad. La importancia de esta reinserción fue destacada por el rector Patricio Sanhueza.
“Sentimos que cumplimos con un compromiso, que es el compromiso social de la universidad. No puede haber una universidad pública que no tenga esa característica de pensar en la dignidad humana siempre y en otorgar oportunidades a las personas y, en particular, a estos jóvenes que están cumpliendo una condena, porque tienen que salir después mejor preparados para insertarse a la sociedad y ser reconocidos por ella”.
Por su parte la seremi Susana Calderón afirmó que se deben crear instancias para que los internos puedan trabajar y así lograr una inserción efectiva en la sociedad.
“El gobierno, a través del ministerio de Justicia y el ministerio del Trabajo, nos pone el desafío de poder articular y generar espacios de empleabilidad, porque no solo tenemos que entregar herramientas de formación, sino que también conseguir los espacios para que nuestros estudiantes, que salen al medio libre, tengan los espacios para poder ser un aporte efectivo para su comunidad y la región”.
Finalmente la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez, expresó que: “Es dable destacar el trabajo conjunto, mancomunado, en torno a la reinserción social, que realizan internas e internos que, voluntariamente, se han sometido a un proceso educativo; el trabajo que realizan funcionarios y funcionarias de Gendarmería por entregar los espacios necesarios, pero, también, el compromiso de la Universidad de Playa Ancha por la reinserción social, para que las personas privadas de libertad puedan tener una herramienta en el medio libre”.
La UPLA comenzó a impartir educación superior en recintos penales el año 2017, cuando se inician las clases en el Complejo Penitenciario de Valparaíso, recinto desde el cual se han titulado dos generaciones de alumnos.